
Hay colaboraciones que suenan bien en el papel. Y luego está la NFL diciendo: “¿Y si mezclamos Día de Muertos con fútbol americano?” Boom.
Lo que podría haber sido un intento de“marketing multicultural” terminó siendo una masterclass de branding con alma mexicana y una ejecución visual que haría sonreír a la mismísima Catrina.
La NFL no vino a apropiarse de una tradición, vino a colaborar con ella.
Eso cambia todo.“Hasta la Muerte” es un statement.
Cada elemento del evento, desde las ofrendas hasta el diseño de merch, está construido con respeto, creatividad y un entendimiento quirúrgico de cómo conectar una marca global con una audiencia local.
El resultado: una experiencia inmersiva donde el fútbol americano y la tradición mexicana coexisten sin competir.
Adán Díaz de León, más conocido como Atrapaluz, fue el artífice visual detrás del concepto. Su mezcla de iconografía mexicana con el lenguaje visual de la NFL es pura alquimia de marca: flores de cempasúchil, cascos intervenidos, calaveras con jerseys.
El resultado no es solo estético, es estratégico. Logra algo que pocas marcas internacionales consiguen: entrar al corazón cultural de un país sin parecer turista.
La clave del éxito está en el diseño. Atrapaluz no solo tradujo símbolos; los resignificó.
Tomó el ADN visual de la NFL, un emblema de poder, energía y precisión, y lo hizo bailar al ritmo del folclor mexicano. Este choque de estilos generó un universo visual que no solo atrae miradas, sino que provoca conversación.
Cada equipo participante (Cowboys, 49ers, Steelers, Chiefs, Raiders,Dolphins y más) presentó su propia ofrenda, con elementos que contaban historias. No se trató de adaptar un logo, sino de contar cómo esa identidad podía rendir tributo a los fans que ya no están.
Eso es branding emocional en su máxima expresión: cuando el producto no es lo que vendes, sino lo que haces sentir.
Y sí, la NFL también aprovechó para lanzar una colección limitada en colaboración con New Era, Wilson, Riddell, Aminco, Pro Standard y Norday.
Pero no es solo merch: es memorabilia cultural.
Las piezas —gorras, jerseys, chamarras, termos— parecen sacadas de un altar contemporáneo: un híbrido entre el estadio y la ofrenda.
La clave aquí está en el storytelling visual. No venden ropa, venden una historia que se puede vestir. Cada pieza cuenta que sí puedes ser fan del deporte más estadounidense del planeta sin dejar de sentirte profundamente mexicano.
Eso, en términos de branding, es oro puro:relevancia contextual sin perder consistencia global.
Todo el evento fue amplificado por ESPN y Disney+, creando una experiencia omnicanal donde los fans pudieron participar física y digitalmente.
Concursos de catrinas, ofrendas en vivo, performances y espacios de interacción con los equipos generaron contenido orgánico con toneladas de engagement.
La jugada maestra: convertir una festividad cultural en una plataforma de comunidad.
No fue una campaña que hablaba “a” los fans, sino con ellos.
La NFL México entendió que los consumidores no quieren anuncios, quieren experiencias que puedan compartir, reinterpretar y hacer suyas.
Desde el punto de vista del branding, “Hasta la Muerte” es un caso de estudio sobre cómo adaptar una identidad global a una narrativa local sin perder coherencia.
Y lo hizo con tres movimientos de genio:
1. Empatía cultural. No se trata de pintar de colores patrios el logo y decir “ya entendimos México”. Se trata de co-crear con artistas y comunidades locales que viven la tradición.
2. Diseño con propósito. No es decoración, es traducción simbólica. Cada detalle conecta con una emoción.
3. Storytelling vivo. No es nostalgia, es conexión. En lugar de “recordar a los que ya no están”, celebran cómo la pasión de los fans trasciende incluso la muerte.
Y esa narrativa, dicho con todas sus letras, revive la marca.
Lo que la NFL hizo con “Hasta la Muerte” fue cultura aplicada.
Demostró que cuando una marca entiende el código emocional de una comunidad, no necesita gritar para ser escuchada.
Solo necesita hablar su idioma… y hacerlo con respeto, creatividad y un diseño que grita “esto es México, pero también es NFL”.
“Hasta la Muerte” es más que una campaña memorable.
Es la prueba de que una marca global puede tener alma local.
Y en un mundo donde todas las marcas quieren ser parteserparte de la conversación, esta lo logró siendo parte del ritual.
Porque si algo nos enseña el Día de Muertos —y la NFL lo entendió perfecto— es que hay cosas que nunca mueren: la pasión, la identidad y un buen branding.